martes, 24 de abril de 2018

Sobre los derechos

Cuando el día no parecía dispuesto a modificar su cataléptica personalidad de día sin huella, y sin haber perdido yo la imaginación para distraerme, tuve una revelación: siendo una auténtica aristócrata de la cursilería, tengo garantizado, por automático defecto, el humanísimo derecho de volverme loca.
Y todo quedará entonces como debía ser, y se arregla uno de los tantos desequilibrios que tiene este mundo desarreglado.

lunes, 2 de abril de 2018

Cuarentena Sentimental

Y que, sin embargo, siga siendo verdad el amor, por más que ello te convierta en idiota o en filósofo.
Y que cada una de las cosas que amamos siga siendo bella sin necesidad de que nosotros la amemos.
Y así, escapar de la eterna especulación sobre la metafísica del olvido.

martes, 27 de marzo de 2018

PROFESIONALES DEL AYUNO


El personal de la salud de Córdoba está totalmente demente.
Llegó esa etapa del año en que los simples mortales nos realizamos el famoso "chequeo anual", que consiste claramente en hacerte todo tipo de estudios y análisis aparatosos.
Todo este circo, más que para buscar roña, es sólo para calmar nuestra conciencia con un papel en el que conste que todo está en orden, salvando los infinitos desarreglos que uno viene haciendo hace décadas con todo tipo de excesos.
Me dispuse a solicitar los análisis pertinentes; salí del consultorio de mi médico convencida de lo buena y responsable ciudadana adulta que soy, totalmente ajena a las desfavorables condiciones planetarias que me acompañaban ese día, porque todo se fue al diablo cuando la mujer de mesa de entrada me dijo, sin que le temblara la pera e insobornablemente sincera, que yo debía hacer 12 (¡doce!) hs de ayuno antes de realizarme los análisis. Esto puso en evidencia un saturno retrógrado en mi horóscopo; la miré como si se tratara de algo paranormal, y con profunda incomodidad social alcancé a balbucear : "¿Cómo 12 hs? Eso es biológicamente imposible". Ella, con los aceros que le templaban los nervios, volvió a decir con la calidez de Robocop en un día de campo: "son 12 hs de ayuno. Si no, el estudio sale mal" y me despachó para continuar con sus tareas alienígenas en su absurdo planeta en que es considerado normal pasar 12 hs sin probar bocado.
Esto sucedió hace dos semanas y yo aún no pude programarme psicológicamente para hacerme a mí misma algo tan aberrante como obligarme a pasar hambre por tanto tiempo.
Volví al médico la semana pasada y, con pupila estremecida, negocié con él 8 hs en lugar de 12, pero esto continúa quitándome el sueño.
Entiendo que no me queda otra que ayunar y más me vale que, de acuerdo con las más elementales normas de la cortesía infernal, los estudios me den perfecto y pueda, ni bien me saquen sangre, salir disparada de ese horrible lugar para hacer lo mas noble y humano que se debe hacer en este mundo: comer hasta donde me alcance el hambre y con toda la dignidad que tenga luego de haber ayunado 8 hs.

sábado, 17 de marzo de 2018

#MisDiarios


2003 - 19 años

"Me pregunto quién inventó el signo de pregunta, si acaso era un loco que al inventarlo obtuvo las respuestas que buscaba sin haberse preguntado jamás nada, porque no tenía con qué..."

Yo quería saber todo.

jueves, 15 de marzo de 2018

lunes, 26 de febrero de 2018

#MisDiarios

"Hoy escribo con lapicera roja porque a la azúl me la robaron en el cole.
Hablando de cole, me preocupa no saber dónde quedan los países".

Mi mayor preocupación a los 11 años era saber demasiado poco.

martes, 20 de febrero de 2018

Solidaridad

No quiero irme a dormir sin contar que hoy en el centro le di una moneda a un ciego y me dijo: "gracias, rubia".
Eso.

jueves, 10 de agosto de 2017

Gratos momentos en el banco

Hace dos semanas fui a una sucursal del Banco de Córdoba que no voy a decir la calle (¡ESTRADA!) y luego de hacer un trámite, la cajera se quedó con mi DNI. No fue hasta la noche de ese mismo día que noté que me faltaba el documento. Al día siguiente llamé al banco para decirles que iba a pasar a buscarlo, pero me contestaron que era IMPOSIBLE que la cajera se haya quedado con mi DNI.
Ayer a la mañana volví al banco a buscar el documento. La chica de atención al cliente se hizo la que lo buscaba en un cajón en donde había más criollitos qué papeles importantes. No estaba. Era imposible otra vez que mi DNI estuviera ahí. Así fue que recurrí nuevamente al recurso que jamás me falla, dije: "Yo sé que mi documento está acá, así que o lo buscan bien y me lo devuelven o me pongo a gritar". La chica me miró algo inquieta mientras llamaba al guardia para que "se fijara bien si estaba el DNI de la señorita".
El guardia apareció con mi DNI.

Los locos hacemos magia.

miércoles, 24 de agosto de 2016

#Mudanza

Llamado a inmobiliaria recién:
Yo: (…) me interesa porque el patio es grande, yo tengo una perrita…
Ella: Ah, no entonces pará… escuchame una cosa, ¿tu perrita hace pis en el pasto?
Yo: Y sí, probablemente haga pis en el pasto mi perra
Ella: Ah, pero no sé si eso le va a gustar a la dueña, debería hablarlo con ella… ¿hace pis muy seguido tu perra?
Yo: Y… no sabría decirte con qué frecuencia hace pis, pero…
Ella: (interrumpe) Claro, claro y escuchame ¿pierde mucho pelo?
Yo: Y… lo normal, es una perra
Ella: Claro, claro, habría qué ver qué dice la dueña, viste…
Yo: ….
Ella: También con la escalera, que no vaya a morder la madera o ensuciar las paredes
Yo: …
Ella: Dejame que lo hable con la dueña, porque a ella no le gustan los perros
Yo: Ah, entonces dejá, no te preocupes no quiero ir a ver la casa
Ella: No, pero dejame yo le consulto, decime ¿y tu perra ladra?
Yo: No, no. A la mañana canta mantras y a la tarde ópera, salvo los jueves que tiene plástica.

#BesitoChau

lunes, 31 de agosto de 2015

Entrevista a Vicky Xipolitakis recién en la tele


- ¿En qué andás ahora, Vicky?
- Estoy con bajo perfil ahora, así que estoy estudiando muchísimo, es muy complicado
- ¿Qué estás estudiando?
- TELA! y pasado mañana arranco un curso.. de tiro! Con escopeta, todo. También tomo clases de vuelo... así como DEPORTE. También se viene el libro! "Las marcas de mi vida", está re bueno, está todo así como... ESCRITO! Y tiene muchas fotos para el que no le gusta leer, como a mí! Es una biografía, autorizada POR MÍ!
- ¿Saldrías con alguien intelectual?
- Noooo.. no podría... no, no. Necesito alguien como yo al lado mío. Si "PODRÍA" me aburriría.
- ¿Vivís sola?
- No, estoy en casa de mis viejos. No puedo dormir sola desde la muerte de Rodrigo (N:Rodrigo Bueno), me re traumó que mostraran en la tele el funeral con "LA TUMBA" así toda abierta.
- ¿Seguís con la terapia?
- No, estoy re feliz. No voy más a la psicóloga porque me dio EL ALTA! Me dijo que ya no me hace falta!

Chau chicos.

martes, 29 de abril de 2014

Planetas

Mientras tanto, vos y yo cantamos una canción inventada por el Sol que es la envidia de todos los planetas.

jueves, 12 de abril de 2012

Cuando lloran los techos

Deprimido de tanto escuchar a las paredes haciendo eco de aquel triste final, viendo reflejada en las ventanas la última mirada helada de su amor agonizante, el techo comienza a llorar junto con el día. Y ella, que fue de noche desde el momento en que él cerró la puerta, aún no consigue llover. Y se mojan la alfombra y la risa del destino mal educado, que visita sin llamar antes y no da tiempo de limpiar angustias pasadas por agua sucia de ayer.
Su techo se deprimió, ebrio de dolor ajeno, no cesa de llorar agua que no le pertenece. Ya quisiera ella agrietarse de esa forma y llorar aunque sea en blanco y negro, y no en ese silencio azul. Por eso su techo le presta la lluvia que le prestan, porque sabe que esa voz polvorienta está por toda la casa trabando puertas y ventanas, para que su grito no se confunda con el viento helado de las penas de los vecinos que poco saben de techos solidarios.
Estas lágrimas que no son suyas, destiñen esas líneas rojas y amarillas que algunas noches simulan un cuerpo, las cuales deberían desaparecer en un fondo de escaleras, así ella sube y se mimetiza con su techo nostálgico y hace el intento de olvidarlo desde arriba. O desde donde sea, pero no desde este lugar nefasto en donde él todavía desata tormentas.
Es cuando lloran los techos que ella se da cuenta de que son las 3 de la mañana, y que éste es su horario preferido para extrañar, si es que acaso los techos tienen horarios… Los tengan o no, son siempre puntuales, porque llueven cada vez que el aire se le seca de dolor.

viernes, 9 de marzo de 2012

Mundos

Yo: Igual, creo que me cansé.
Él: Me fascina cómo armás y desarmás mundos en cuestión de segundos.

miércoles, 7 de marzo de 2012

Parece que había burbujas en el aire. Ni cuenta me dí. Como siempre, nunca.
Inmensa necesidad de ser el mar, el viento o algo que se le parezca a la libertad. No me vengan con alas porque ya las tengo. Me falta cielo, me sobra envión.
Quiero hacerme grito y bostezar en un lugar donde mi ausencia no le duela. Me. Tu.
Tan básico como ridículo. Tan mío que me duele regalárselo a las palabras. Extraordinariamente algo. Más.
No hablo de amor. Apenas hablo de lo que conozco.

jueves, 16 de febrero de 2012

Serendipity


Ha ocurrido un accidente en plena Av. Otoño.
Se trata de una camioneta de una reconocida empresa de la Ciudad de Escote en Ve que tuvo como destino final una jaula de conejos blancos pertenecientes al circo que estaba de visita en el lugar.
Los testigos aseguran que el conductor del vehículo de mayor tamaño que un auto regular no respetó la señal del color que denominamos primario, que no es el azul ni el amarillo, así como tampoco alcanzó a escuchar al elefante que gentilmente le pedía a gritos que frenara.
Los curiosos, que se acercaron a recopilar datos del hecho para tener tema de conversación en la ronda de mates de las 7 en punto, afirman que todo comenzó cuando el tren de las 5 hizo una parada de emergencia 9 cuadras antes del lugar del accidente. Sucede que misteriosamente un puma irrumpió en el transporte que suele deslizarse por vías ubicadas en el suelo, provocando la histeria de un payaso retirado que viajaba hacia el pueblo de los sin nombre. La situación se descontroló y el medio de movilidad con vagones decidió detenerse para desalojar al gran gato ocupa, quien una vez en tierra firme comenzó a correr desaforadamente hacia un carpintero cojo que se encontraba haciendo una cuna de alambre para su paloma bilingüe. El señor de las maderas alcanzó a manotear su agilidad, la cual había dejado reposando sobre una manta mientras hacía sus tareas, y se echó a correr en dirección al centro.
Una dama vestida de monja que se hacía la que rezaba en una plaza dejó caer al suelo su rosario descartable al ver pasar a este hombre mayor perseguido por el puma, del que hablé renglones arriba, e inmediatamente comprendió que se trataba de “Adolfo, el cojo” un ex trapecista extranjero. La monja gritó y se persignó al mismo tiempo que llegaba su amante para irse a sexopatear al infierno.
Un hombre que se encontraba regando sus plantas de plástico alcanzó a escuchar el grito y descubrió que la señora que engañaba a Dios era su nuera. Así fue que llamó por teléfono inmediatamente a su hijo para ponerlo al tanto de la terrible novedad.
El cornudo se encontraba manejando cuando sonó su celular, por lo que cuando atendió la llamada reaccionó con tal violencia que no frenó cuando un semáforo se puso en rojo, dicha distracción e irresponsabilidad lo llevó a chocar contra el vagón de un circo quedando de esta forma atrapado entre los conejos blancos que había en su interior.
Yo, reportera exclusiva de los hechos, me acerqué al accidentado y al mirarlo le dije:
“Mirá todo lo que tuvo que pasar para que yo me cruzara con vos”.
Pero él no hablaba español.

martes, 7 de febrero de 2012

Migas

Sacudo manteles como quien se sacude los años, mirando para el costado como buscando un cómplice que se escondió detrás de alguna palabra que no encuentro.
Esto no es mío, ni tuyo; creo que esto ni siquiera es de las personas que algún día quisimos ser. Es más, hasta me animo a asegurar que esta historia se escapó de otro cuento y alguien debe estar buscándola. Mientras tanto no malgastemos, nunca jamás nos calzó mejor tanta cursilería después de todo.

lunes, 4 de abril de 2011

Mi ayer de hoy

Fantaseo con cuadernos de hojas amarillas y con la letra de mis mejores épocas. Fantaseo con leerme y encontrarme escondida detrás de un poema que no hable de vos. Mejor que no hable más nadie porque ya no escucho lo que alguien quiere decir.
Me amenazan con ser importantes. Jamás le tuve miedo a los platónicos. Así que gracias, pero no. Me quedo en Abril toda la vida.

domingo, 20 de febrero de 2011

Capricho literario

Se supone que si uno está en el trabajo, trabaja.

Pues no es mi caso, o no lo es la mayor parte del tiempo que paso acá. Y ya estoy aburrida, me aburro muy fácil a veces. Mientras vuelvo loca a la gente con mi lapicera que golpea con todo lo que tengo a mano, pienso… y soy conciente de lo poderosamente pesada que me vuelvo cuando estoy aburrida.

Afuera llueve apocalípticamente (o al menos así parece desde donde estoy yo), y la gente en estas circunstancias decide quedarse en su casa en lugar de venir a comprarme algo; y las personas que ya estaban acá no se pueden ir por la lluvia… pero los que están acá no me sirven porque son todos los que antes no me compraron nada.

Así fue que decidí ponerme a escribir. Pero tuve mi primer obstáculo: ¿dónde escribo? Tengo que buscar un papel que no sirva… papel que no sirva…mmm… ni siquiera tengo alguno que sí sirva para volverlo inservible… mis ganas de escribir se potencian frente a mi absurdo obstáculo y entonces decido comprarme a mi misma un alfajor.
Listo, me compré mi alfajor e hice caso al cartel que en algunos lugares dice “¡Alto! No se vaya sin su factura.” Fecha: 6 de Marzo 2007; cantidad 1; descripción Alfajor bañado en chocolate; total: $1,40. Arranco mi factura del facturero y comienzo a escribir al dorso de la misma. Una vez solucionado mi primer obstáculo, aparece rápidamente el segundo. Carajo ¿es q no puedo escribir tranquila? Aunque este resulta ser un poco más poderoso que el primero… y la pregunta es ¿y ahora sobre qué/quién escribo? Podría terminar de ocupar el poco espacio en blanco (y de oro) que queda del dorso de mi factura de compra expresando mis más sinceras felicitaciones a alguien que acaba de enviarme el siguiente sms: “Aprobé el escrito! Mañana oral 8:30 no caigo!” pero lo interesante quedaría flotando fuera de este papel, aún cuando ya estoy haciendo mi letra muy chiquita y cada renglón se inclina cada vez más hacia arriba.

Pero la cuestión es que ya no puedo hacer más nada, sólo queda espacio para quedarme con una duda que supongo me va a entretener lo que queda de la tarde: No tengo idea sobre qué/quién quería escribir.

miércoles, 16 de febrero de 2011

La primera vez que voté

El escrito que sigue a continuación relata aquello que me sucedió la primera vez que voté. Lejos de sentirme orgullosa de esta anécdota, sólo tengo cara para decir:
“Carajo. Qué difícil es ser yo”.

Ha sucedido algo importante: hubo elecciones. Pero ese no va a ser el eje central de esto que escribo; lo trascendente de la cuestión es que ¡yo voté! Así es, mi primer voto obligatorio aunque para nada secreto ya es una realidad.
Me fui decidida hasta el cuello a votar en blanco, ansiosa por descubrir los misterios del cuarto oscuro e intrigada por saber si la presidenta de mesa pronunciaría bien mi apellido al nombrarme. Digo esto último ya que “Zarazaga” suele provocar interesantes muecas, tartamudeos y confusión por parte de aquél que lo lee por primera vez. Guardo en mi memoria una extensa lista de profesores del secundario a los que pronunciar en forma correcta mi apellido les resultaba casi imposible. Lo primero que decían era Zaragoza, después intentaban adivinar con un Zaragaza, y hasta hubo una vez en la que a alguien se le escapó un Zarlanga. Entenderán ahora mi intriga de más arriba; moría por ver a cuánta imaginación recurriría mi presidenta de mesa al leer mi apellido.
Ingresé al colegio y me encontré con el caos que más detesto: colas y colas de gente hablando a los gritos sin escucharse los unos a los otros. Entré en pánico y frené a la única persona que parecía de este mundo en aquel infierno de locos. Le dije: “soy nueva en esto, es la primera vez que voto y no entiendo nada de nada”. La mujer me regaló su mejor mirada de lástima al principio y de ternura más tarde, y me preguntó cuál era mi apellido - “Zarazaga, con zeta” – contesté. Sonrió enérgica y me preguntó lo que me preguntan siempre en estos casos - ¡Ay! ¿qué sos de Jorge? – . – Ni idea – respondí. -¿Quién es tu papá? – insistió, - Gustavo – repliqué ya con cara de le pongamos fin al tema apellidos y decime a dónde tengo que ir. Como adivinando mi pensamiento, la señora me dijo que me dirigiera a la mesa 1094, al final de todo el pasillo del último patio. “Final” y “último” son palabras a las que estamos acostumbrados los Zarazaga, pero igual no puedo quitarme el hábito de maldecir la situación. Fui al patio indicado y, en efecto, al último de todo estaba mi mesa. Maldije de nuevo mi suerte y me dispuse a esperar con la mejor cara que tenía. Mis inútiles esfuerzos por ponerle una sonrisa al trámite más aburrido del mundo se esfumaron al ver que hacía 20 minutos que había llegado y la cola no había avanzado en absoluto. No obstante, hubo un espectáculo que me entretuvo en ese tiempo de exasperante espera. Una señora de por lo menos 50 años, vestida como una de 20, llegó al lugar con sus gafas de sol del tamaño enorme de su ego; se acercó a la mesa 1093 y gritó glamorosa:- “Yo no voy a hacer la cola” - . La miramos todas creyendo que se trataba de una joda. La presidenta de mesa le preguntó casi riendo por qué no haría la cola, a lo que la diva respondió: - “porque es muy lento todo. Yo me siento acá – dijo acercando una silla al lugar donde estaba la presidenta - y ustedes me avisan cuando pueda entrar” -. Menos mal que esto no ocurrió en mi mesa porque juro que esa misma tarde salía en los diarios. Lo peor de todo es que este personaje efectivamente no sólo no hizo la cola y le cedieron el turno, sino que además entró, votó y una vez que salió se volvió a sentar.
Luego de semejante circo mi humor había mejorado, pero la velocidad en que la cola avanzaba amenazaba con hacerme gruñir de nuevo. Entonces ocurrió. Una mujer de mi mesa, muy considerada ella, se encerró 30 minutos en el cuarto oscuro. Juro que me pregunté qué tan divertido podía llegar a ser el famoso cuarto como para quedarse media hora adentro. Las demás y yo en la cola, ya violetas de la bronca, protestamos por la demora de esta turra. Entonces la presidenta de mesa se levantó y le golpeó la puerta a la señora, y ésta, como si nada, rompió el silencio diciendo del otro lado “¿si?”. Me indigné. Ya me quería ir, ya me importaba un carajo si el cuarto era realmente oscuro o si sólo era una forma de decir. La mujer demoró 10 minutos más y salió con cara de heroína. Le dediqué mi mirada más violenta y dije en voz accidentalmente alta algo que no creo conveniente transcribir acá. Una anciana que estaba adelante mío se volvió para mirarme, y yo estaba segura que se venía un “la boca, nena”, pero lo único que hizo fue aprobar mi insulto asintiendo con la cabeza.
Minutos después de que la simpática mujer saliera, entraron las de la mesa a revisar todo y demoraron otros 10 minutos más.
Todavía había 3 personas delante mío y yo no había ni almorzado. Mi humor sufrió nuevamente una mutación negativa.
Por fin llegó mi turno y pronunciaron bien mi apellido, pero no había tiempo para felicitar a la presidenta de mesa por semejante logro.
Triunfante ingresé al cuarto y se me quemaron los papeles en el acto: demasiadas caras y nombres en el gran abanico de bancos frente a mí, diferían a lo que había sido previamente en mi imaginación, lo que me llevó a hacer algo insólito: comencé a buscar la boleta en blanco. Sí, quise votar en blanco con una boleta blanca que no existe. En pleno delirio, creí que se habían acabado y que podría llegar a tratarse de una estrategia para que uno votara sí o sí. Me aturdí por completo, no podía demorarme porque si lo hacía, las leonas de afuera me comían viva. Así fue que agarré la cara del primer funcionario que encontré y metí toda la boleta arrugada dentro del sobre.
Salí furiosa por no haber podido votar en blanco y cometí el error de comentar a mi familia y amigos mi travesía de principiante en el cuarto oscuro.
Es por eso que exijo se coloquen boletas blancas en los cuartos oscuros para que los principiantes no sufran lo que yo, ya que nunca se sabe qué puede pasar por la mente de una persona que vota por primera vez, en estas circunstancias o en cualquier otra, he dicho.

martes, 25 de enero de 2011

Es lo mismo

Escena: Papá Gustavo yendo al supermercado. Mamá Popita desde el sillón grita:

Popita: "Gordoo, comprame un power point!!!"

Gustavo (desconcertado): ¿Un qué gordita?

Popita (súper convencida): Un power point!!

Gustavo (frunciendo el seño y perdiendo la paciencia): No, no entiendo gordita...

Popita (indignada): Esoooo que es para los calaaaambrees...

Gustavo: Un Powerade gordita??

Popita: Eso, eso.




Es lo más.