tag:blogger.com,1999:blog-54480504554968420072024-03-13T05:08:23.447-03:00SerendipityLook for something, find something else, and realize that what you've found is more suited to your needs than what you thought you were looking forCoti Zarazagahttp://www.blogger.com/profile/12330994082418178206noreply@blogger.comBlogger52125tag:blogger.com,1999:blog-5448050455496842007.post-14218048914876822942018-04-24T22:12:00.003-03:002018-04-24T22:12:48.031-03:00Sobre los derechosCuando el día no parecía dispuesto a modificar su cataléptica
personalidad de día sin huella, y sin haber perdido yo la imaginación
para distraerme, tuve una revelación: siendo una auténtica
aristócrata de la cursilería, tengo garantizado, por automático defecto,
el humanísimo derecho de volverme loca.<br /> Y todo quedará entonces como debía ser, y se arregla uno de los tantos desequilibrios que tiene este mundo desarreglado.Coti Zarazagahttp://www.blogger.com/profile/12330994082418178206noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5448050455496842007.post-1333937141597141502018-04-02T19:57:00.000-03:002018-04-02T19:57:06.265-03:00Cuarentena SentimentalY que, sin embargo, siga siendo verdad el amor, por más que ello te convierta en idiota o en filósofo.<br />
Y que cada una de las cosas que amamos siga siendo bella sin necesidad de que nosotros la amemos.<br />
Y así, escapar de la eterna especulación sobre la metafísica del olvido.Coti Zarazagahttp://www.blogger.com/profile/12330994082418178206noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5448050455496842007.post-57639596768984152502018-03-27T19:31:00.000-03:002018-04-02T19:32:25.375-03:00PROFESIONALES DEL AYUNO<br />El personal de la salud de Córdoba está totalmente demente.<br />Llegó esa etapa del año en que los simples mortales nos realizamos el famoso "chequeo anual", que consiste claramente en hacerte todo tipo de estudios y análisis aparatosos.<br />Todo este circo, más que para buscar roña, es sólo para calmar nuestra conciencia con un papel en el que conste que todo está en orden, salvando los infinitos desarreglos que uno viene haciendo hace décadas con todo tipo de excesos.<br />Me dispuse a solicitar los análisis pertinentes; salí del consultorio de mi médico convencida de lo buena y responsable ciudadana adulta que soy, totalmente ajena a las desfavorables condiciones planetarias que me acompañaban ese día, porque todo se fue al diablo cuando la mujer de mesa de entrada me dijo, sin que le temblara la pera e insobornablemente sincera, que yo debía hacer 12 (¡doce!) hs de ayuno antes de realizarme los análisis. Esto puso en evidencia un saturno retrógrado en mi horóscopo; la miré como si se tratara de algo paranormal, y con profunda incomodidad social alcancé a balbucear : "¿Cómo 12 hs? Eso es biológicamente imposible". Ella, con los aceros que le templaban los nervios, volvió a decir con la calidez de Robocop en un día de campo: "son 12 hs de ayuno. Si no, el estudio sale mal" y me despachó para continuar con sus tareas alienígenas en su absurdo planeta en que es considerado normal pasar 12 hs sin probar bocado.<br />Esto sucedió hace dos semanas y yo aún no pude programarme psicológicamente para hacerme a mí misma algo tan aberrante como obligarme a pasar hambre por tanto tiempo.<br />Volví al médico la semana pasada y, con pupila estremecida, negocié con él 8 hs en lugar de 12, pero esto continúa quitándome el sueño.<br />Entiendo que no me queda otra que ayunar y más me vale que, de acuerdo con las más elementales normas de la cortesía infernal, los estudios me den perfecto y pueda, ni bien me saquen sangre, salir disparada de ese horrible lugar para hacer lo mas noble y humano que se debe hacer en este mundo: comer hasta donde me alcance el hambre y con toda la dignidad que tenga luego de haber ayunado 8 hs.Coti Zarazagahttp://www.blogger.com/profile/12330994082418178206noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5448050455496842007.post-28614855448992268442018-03-17T12:00:00.000-03:002018-04-02T19:38:49.045-03:00#MisDiarios<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjO6K_MeyUh-wGir2gc4wf0SZ6K9yt9msJzpDlq7q0UJQCydPQXaW8OU_-noLylRIOpr8wf2qG0q_aeIe-MtflBl5sSJ5f2V2SMlgVBoRPIvi9-t4fTpxUP7rVBm5XN7XOJTqcL7Tcc8sc/s1600/diarios+-+signo+de+pregunta.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="266" data-original-width="1600" height="53" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjO6K_MeyUh-wGir2gc4wf0SZ6K9yt9msJzpDlq7q0UJQCydPQXaW8OU_-noLylRIOpr8wf2qG0q_aeIe-MtflBl5sSJ5f2V2SMlgVBoRPIvi9-t4fTpxUP7rVBm5XN7XOJTqcL7Tcc8sc/s320/diarios+-+signo+de+pregunta.jpg" width="320" /></a></div>
<br />
2003 - 19 años<br />
<br />
"Me pregunto quién inventó el signo de pregunta, si acaso era un loco que al inventarlo obtuvo las respuestas que buscaba sin haberse preguntado jamás nada, porque no tenía con qué..."<br />
<br />
Yo quería saber todo.Coti Zarazagahttp://www.blogger.com/profile/12330994082418178206noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5448050455496842007.post-48970860060555344342018-03-15T19:40:00.000-03:002018-04-02T19:40:23.048-03:0021:30 hsUna de las peores mentiras que se me pueden decir a esta hora es: "rinde dos porciones".Coti Zarazagahttp://www.blogger.com/profile/12330994082418178206noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5448050455496842007.post-32815995222326050212018-02-26T00:30:00.000-03:002018-04-02T19:35:56.769-03:00#MisDiarios<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg-FJ1nvmelduzu81mOrixJglR63IoU0Tjont-sZ3-nkD6qwq5vV6j52vb8f1h_H6AhusWMm0Ku1Cc37rLZcVFmRxy-SlAUGHfo4ecU4z18Se14-gu5I8qmJk4rIBOGCtqmHg3MwOg7RuU/s1600/diarios+-+pa%25C3%25ADses.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="260" data-original-width="1062" height="78" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg-FJ1nvmelduzu81mOrixJglR63IoU0Tjont-sZ3-nkD6qwq5vV6j52vb8f1h_H6AhusWMm0Ku1Cc37rLZcVFmRxy-SlAUGHfo4ecU4z18Se14-gu5I8qmJk4rIBOGCtqmHg3MwOg7RuU/s320/diarios+-+pa%25C3%25ADses.jpg" width="320" /></a></div>
"Hoy escribo con lapicera roja porque a la azúl me la robaron en el cole.<br />
Hablando de cole, me preocupa no saber dónde quedan los países".<br />
<br />
Mi mayor preocupación a los 11 años era saber demasiado poco.Coti Zarazagahttp://www.blogger.com/profile/12330994082418178206noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5448050455496842007.post-41800737164199944442018-02-20T02:00:00.000-03:002018-04-02T19:30:52.591-03:00SolidaridadNo quiero irme a dormir sin contar que hoy en el centro le di una moneda a un ciego y me dijo: "gracias, rubia".<br />
Eso.Coti Zarazagahttp://www.blogger.com/profile/12330994082418178206noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5448050455496842007.post-83873976202977540872017-08-10T23:00:00.000-03:002018-04-02T19:28:43.440-03:00Gratos momentos en el bancoHace dos semanas fui a una sucursal del Banco de Córdoba que no voy a decir la calle (¡ESTRADA!) y luego de hacer un trámite, la cajera se quedó con mi DNI. No fue hasta la noche de ese mismo día que noté que me faltaba el documento. Al día siguiente llamé al banco para decirles que iba a pasar a buscarlo, pero me contestaron que era IMPOSIBLE que la cajera se haya quedado con mi DNI.<br />Ayer a la mañana volví al banco a buscar el documento. La chica de atención al cliente se hizo la que lo buscaba en un cajón en donde había más criollitos qué papeles importantes. No estaba. Era imposible otra vez que mi DNI estuviera ahí. Así fue que recurrí nuevamente al recurso que jamás me falla, dije: "Yo sé que mi documento está acá, así que o lo buscan bien y me lo devuelven o me pongo a gritar". La chica me miró algo inquieta mientras llamaba al guardia para que "se fijara bien si estaba el DNI de la señorita".<br />El guardia apareció con mi DNI.<br /><br />Los locos hacemos magia.Coti Zarazagahttp://www.blogger.com/profile/12330994082418178206noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5448050455496842007.post-59655853857558197902016-08-24T19:12:00.000-03:002018-04-02T19:18:30.721-03:00#MudanzaLlamado a inmobiliaria recién:<br />
Yo: (…) me interesa porque el patio es grande, yo tengo una perrita…<br />
Ella: Ah, no entonces pará… escuchame una cosa, ¿tu perrita hace pis en el pasto?<br />
Yo: Y sí, probablemente haga pis en el pasto mi perra<br />
Ella: Ah, pero no sé si eso le va a gustar a la dueña, debería hablarlo con ella… ¿hace pis muy seguido tu perra?<br />
Yo: Y… no sabría decirte con qué frecuencia hace pis, pero…<br />
Ella: (interrumpe) Claro, claro y escuchame ¿pierde mucho pelo?<br />
Yo: Y… lo normal, es una perra<br />
Ella: Claro, claro, habría qué ver qué dice la dueña, viste…<br />
Yo: ….<br />
Ella: También con la escalera, que no vaya a morder la madera o ensuciar las paredes<br />
Yo: …<br />
Ella: Dejame que lo hable con la dueña, porque a ella no le gustan los perros<br />
Yo: Ah, entonces dejá, no te preocupes no quiero ir a ver la casa<br />
Ella: No, pero dejame yo le consulto, decime ¿y tu perra ladra?<br />
Yo: No, no. A la mañana canta mantras y a la tarde ópera, salvo los jueves que tiene plástica.<br />
<br />
#BesitoChauCoti Zarazagahttp://www.blogger.com/profile/12330994082418178206noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5448050455496842007.post-88558433590415766412015-08-31T15:00:00.000-03:002018-04-02T19:24:49.275-03:00Entrevista a Vicky Xipolitakis recién en la tele<br />- ¿En qué andás ahora, Vicky?<br />- Estoy con bajo perfil ahora, así que estoy estudiando muchísimo, es muy complicado<br />- ¿Qué estás estudiando?<br />- TELA! y pasado mañana arranco un curso.. de tiro! Con escopeta, todo. También tomo clases de vuelo... así como DEPORTE. También se viene el libro! "Las marcas de mi vida", está re bueno, está todo así como... ESCRITO! Y tiene muchas fotos para el que no le gusta leer, como a mí! Es una biografía, autorizada POR MÍ!<br />- ¿Saldrías con alguien intelectual?<br />- Noooo.. no podría... no, no. Necesito alguien como yo al lado mío. Si "PODRÍA" me aburriría.<br />- ¿Vivís sola?<br />- No, estoy en casa de mis viejos. No puedo dormir sola desde la muerte de Rodrigo (N:Rodrigo Bueno), me re traumó que mostraran en la tele el funeral con "LA TUMBA" así toda abierta.<br />- ¿Seguís con la terapia?<br />- No, estoy re feliz. No voy más a la psicóloga porque me dio EL ALTA! Me dijo que ya no me hace falta!<br /><br />Chau chicos.Coti Zarazagahttp://www.blogger.com/profile/12330994082418178206noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5448050455496842007.post-9841753422871209922014-04-29T00:10:00.001-03:002014-04-29T00:11:25.815-03:00Planetas
Mientras tanto,
vos y yo
cantamos una canción inventada por el Sol
que es la envidia de todos los planetas.Coti Zarazagahttp://www.blogger.com/profile/12330994082418178206noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5448050455496842007.post-59668480123711486542012-04-12T15:02:00.000-03:002018-04-02T20:36:04.329-03:00Cuando lloran los techosDeprimido de tanto escuchar a las paredes haciendo eco de aquel triste final, viendo reflejada en las ventanas la última mirada helada de su amor agonizante, el techo comienza a llorar junto con el día. Y ella, que fue de noche desde el momento en que él cerró la puerta, aún no consigue llover. Y se mojan la alfombra y la risa del destino mal educado, que visita sin llamar antes y no da tiempo de limpiar angustias pasadas por agua sucia de ayer. <br />
Su techo se deprimió, ebrio de dolor ajeno, no cesa de llorar agua que no le pertenece. Ya quisiera ella agrietarse de esa forma y llorar aunque sea en blanco y negro, y no en ese silencio azul. Por eso su techo le presta la lluvia que le prestan, porque sabe que esa voz polvorienta está por toda la casa trabando puertas y ventanas, para que su grito no se confunda con el viento helado de las penas de los vecinos que poco saben de techos solidarios. <br />
Estas lágrimas que no son suyas, destiñen esas líneas rojas y amarillas que algunas noches simulan un cuerpo, las cuales deberían desaparecer en un fondo de escaleras, así ella sube y se mimetiza con su techo nostálgico y hace el intento de olvidarlo desde arriba. O desde donde sea, pero no desde este lugar nefasto en donde él todavía desata tormentas. <br />
Es cuando lloran los techos que ella se da cuenta de que son las 3 de la mañana, y que éste es su horario preferido para extrañar, si es que acaso los techos tienen horarios… Los tengan o no, son siempre puntuales, porque llueven cada vez que el aire se le seca de dolor.Coti Zarazagahttp://www.blogger.com/profile/12330994082418178206noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-5448050455496842007.post-34728634907970198482012-03-09T04:00:00.000-03:002018-04-02T19:21:44.719-03:00MundosYo: Igual, creo que me cansé. <br />
Él: Me fascina cómo armás y desarmás mundos en cuestión de segundos. Coti Zarazagahttp://www.blogger.com/profile/12330994082418178206noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5448050455496842007.post-47106907792727240522012-03-07T15:55:00.000-03:002018-04-02T20:34:04.448-03:00SéParece que había burbujas en el aire. Ni cuenta me dí. Como siempre, nunca.<br />
Inmensa necesidad de ser el mar, el viento o algo que se le parezca a la libertad. No me vengan con alas porque ya las tengo. Me falta cielo, me sobra envión. <br />
Quiero hacerme grito y bostezar en un lugar donde mi ausencia no le duela. Me. Tu. <br />
Tan básico como ridículo. Tan mío que me duele regalárselo a las palabras. Extraordinariamente algo. Más. <br />
No hablo de amor. Apenas hablo de lo que conozco.Coti Zarazagahttp://www.blogger.com/profile/12330994082418178206noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-5448050455496842007.post-53377087448369964942012-02-16T01:40:00.000-03:002018-04-23T19:19:05.177-03:00Serendipity<br />
Ha ocurrido un accidente en plena Av. Otoño.
<br />
Se trata de una camioneta de una reconocida empresa de la Ciudad de Escote en Ve que tuvo como destino final una jaula de conejos blancos pertenecientes al circo que estaba de visita en el lugar.
<br />
Los testigos aseguran que el conductor del vehículo de mayor tamaño que un auto regular no respetó la señal del color que denominamos primario, que no es el azul ni el amarillo, así como tampoco alcanzó a escuchar al elefante que gentilmente le pedía a gritos que frenara.
<br />
Los curiosos, que se acercaron a recopilar datos del hecho para tener tema de conversación en la ronda de mates de las 7 en punto, afirman que todo comenzó cuando el tren de las 5 hizo una parada de emergencia 9 cuadras antes del lugar del accidente. Sucede que misteriosamente un puma irrumpió en el transporte que suele deslizarse por vías ubicadas en el suelo, provocando la histeria de un payaso retirado que viajaba hacia el pueblo de los sin nombre. La situación se descontroló y el medio de movilidad con vagones decidió detenerse para desalojar al gran gato ocupa, quien una vez en tierra firme comenzó a correr desaforadamente hacia un carpintero cojo que se encontraba haciendo una cuna de alambre para su paloma bilingüe. El señor de las maderas alcanzó a manotear su agilidad, la cual había dejado reposando sobre una manta mientras hacía sus tareas, y se echó a correr en dirección al centro.
<br />
Una dama vestida de monja que se hacía la que rezaba en una plaza dejó caer al suelo su rosario descartable al ver pasar a este hombre mayor perseguido por el puma, del que hablé renglones arriba, e inmediatamente comprendió que se trataba de “Adolfo, el cojo” un ex trapecista extranjero. La monja gritó y se persignó al mismo tiempo que llegaba su amante para irse a sexopatear al infierno.
<br />
Un hombre que se encontraba regando sus plantas de plástico alcanzó a escuchar el grito y descubrió que la señora que engañaba a Dios era su nuera. Así fue que llamó por teléfono inmediatamente a su hijo para ponerlo al tanto de la terrible novedad.
<br />
El cornudo se encontraba manejando cuando sonó su celular, por lo que cuando atendió la llamada reaccionó con tal violencia que no frenó cuando un semáforo se puso en rojo, dicha distracción e irresponsabilidad lo llevó a chocar contra el vagón de un circo quedando de esta forma atrapado entre los conejos blancos que había en su interior.
<br />
Yo, reportera exclusiva de los hechos, me acerqué al accidentado y al mirarlo le dije:
<br />
“Mirá todo lo que tuvo que pasar para que yo me cruzara con vos”.
<br />
Pero él no hablaba español.Coti Zarazagahttp://www.blogger.com/profile/12330994082418178206noreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-5448050455496842007.post-14551895668981452162012-02-07T01:13:00.000-03:002012-02-07T01:14:38.974-03:00MigasSacudo manteles como quien se sacude los años, mirando para el costado como buscando un cómplice que se escondió detrás de alguna palabra que no encuentro.<br />Esto no es mío, ni tuyo; creo que esto ni siquiera es de las personas que algún día quisimos ser. Es más, hasta me animo a asegurar que esta historia se escapó de otro cuento y alguien debe estar buscándola. Mientras tanto no malgastemos, nunca jamás nos calzó mejor tanta cursilería después de todo.Coti Zarazagahttp://www.blogger.com/profile/12330994082418178206noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-5448050455496842007.post-26083229519459972822011-04-04T21:49:00.003-03:002018-04-02T18:31:16.099-03:00Mi ayer de hoyFantaseo con cuadernos de hojas amarillas y con la letra de mis mejores épocas. Fantaseo con leerme y encontrarme escondida detrás de un poema que no hable de vos. Mejor que no hable más nadie porque ya no escucho lo que alguien quiere decir.<br />Me amenazan con ser importantes. Jamás le tuve miedo a los platónicos.
Así que gracias, pero no. Me quedo en Abril toda la vida.Coti Zarazagahttp://www.blogger.com/profile/12330994082418178206noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5448050455496842007.post-52743739282264687452011-02-20T12:19:00.000-03:002011-02-20T12:22:21.160-03:00Capricho literarioSe supone que si uno está en el trabajo, trabaja.<br /><br />Pues no es mi caso, o no lo es la mayor parte del tiempo que paso acá. Y ya estoy aburrida, me aburro muy fácil a veces. Mientras vuelvo loca a la gente con mi lapicera que golpea con todo lo que tengo a mano, pienso… y soy conciente de lo poderosamente pesada que me vuelvo cuando estoy aburrida.<br /><br />Afuera llueve apocalípticamente (o al menos así parece desde donde estoy yo), y la gente en estas circunstancias decide quedarse en su casa en lugar de venir a comprarme algo; y las personas que ya estaban acá no se pueden ir por la lluvia… pero los que están acá no me sirven porque son todos los que antes no me compraron nada.<br /><br />Así fue que decidí ponerme a escribir. Pero tuve mi primer obstáculo: ¿dónde escribo? Tengo que buscar un papel que no sirva… papel que no sirva…mmm… ni siquiera tengo alguno que sí sirva para volverlo inservible… mis ganas de escribir se potencian frente a mi absurdo obstáculo y entonces decido comprarme a mi misma un alfajor. <br />Listo, me compré mi alfajor e hice caso al cartel que en algunos lugares dice “¡Alto! No se vaya sin su factura.” Fecha: 6 de Marzo 2007; cantidad 1; descripción Alfajor bañado en chocolate; total: $1,40. Arranco mi factura del facturero y comienzo a escribir al dorso de la misma. Una vez solucionado mi primer obstáculo, aparece rápidamente el segundo. Carajo ¿es q no puedo escribir tranquila? Aunque este resulta ser un poco más poderoso que el primero… y la pregunta es ¿y ahora sobre qué/quién escribo? Podría terminar de ocupar el poco espacio en blanco (y de oro) que queda del dorso de mi factura de compra expresando mis más sinceras felicitaciones a alguien que acaba de enviarme el siguiente sms: “Aprobé el escrito! Mañana oral 8:30 no caigo!” pero lo interesante quedaría flotando fuera de este papel, aún cuando ya estoy haciendo mi letra muy chiquita y cada renglón se inclina cada vez más hacia arriba. <br /><br />Pero la cuestión es que ya no puedo hacer más nada, sólo queda espacio para quedarme con una duda que supongo me va a entretener lo que queda de la tarde: No tengo idea sobre qué/quién quería escribir.Coti Zarazagahttp://www.blogger.com/profile/12330994082418178206noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5448050455496842007.post-80932185486696158132011-02-16T23:52:00.000-03:002011-02-16T23:57:03.991-03:00La primera vez que votéEl escrito que sigue a continuación relata aquello que me sucedió la primera vez que voté. Lejos de sentirme orgullosa de esta anécdota, sólo tengo cara para decir: <br />“Carajo. Qué difícil es ser yo”. <br /><br />Ha sucedido algo importante: hubo elecciones. Pero ese no va a ser el eje central de esto que escribo; lo trascendente de la cuestión es que ¡yo voté! Así es, mi primer voto obligatorio aunque para nada secreto ya es una realidad. <br />Me fui decidida hasta el cuello a votar en blanco, ansiosa por descubrir los misterios del cuarto oscuro e intrigada por saber si la presidenta de mesa pronunciaría bien mi apellido al nombrarme. Digo esto último ya que “Zarazaga” suele provocar interesantes muecas, tartamudeos y confusión por parte de aquél que lo lee por primera vez. Guardo en mi memoria una extensa lista de profesores del secundario a los que pronunciar en forma correcta mi apellido les resultaba casi imposible. Lo primero que decían era Zaragoza, después intentaban adivinar con un Zaragaza, y hasta hubo una vez en la que a alguien se le escapó un Zarlanga. Entenderán ahora mi intriga de más arriba; moría por ver a cuánta imaginación recurriría mi presidenta de mesa al leer mi apellido. <br />Ingresé al colegio y me encontré con el caos que más detesto: colas y colas de gente hablando a los gritos sin escucharse los unos a los otros. Entré en pánico y frené a la única persona que parecía de este mundo en aquel infierno de locos. Le dije: “soy nueva en esto, es la primera vez que voto y no entiendo nada de nada”. La mujer me regaló su mejor mirada de lástima al principio y de ternura más tarde, y me preguntó cuál era mi apellido - “Zarazaga, con zeta” – contesté. Sonrió enérgica y me preguntó lo que me preguntan siempre en estos casos - ¡Ay! ¿qué sos de Jorge? – . – Ni idea – respondí. -¿Quién es tu papá? – insistió, - Gustavo – repliqué ya con cara de le pongamos fin al tema apellidos y decime a dónde tengo que ir. Como adivinando mi pensamiento, la señora me dijo que me dirigiera a la mesa 1094, al final de todo el pasillo del último patio. “Final” y “último” son palabras a las que estamos acostumbrados los Zarazaga, pero igual no puedo quitarme el hábito de maldecir la situación. Fui al patio indicado y, en efecto, al último de todo estaba mi mesa. Maldije de nuevo mi suerte y me dispuse a esperar con la mejor cara que tenía. Mis inútiles esfuerzos por ponerle una sonrisa al trámite más aburrido del mundo se esfumaron al ver que hacía 20 minutos que había llegado y la cola no había avanzado en absoluto. No obstante, hubo un espectáculo que me entretuvo en ese tiempo de exasperante espera. Una señora de por lo menos 50 años, vestida como una de 20, llegó al lugar con sus gafas de sol del tamaño enorme de su ego; se acercó a la mesa 1093 y gritó glamorosa:- “Yo no voy a hacer la cola” - . La miramos todas creyendo que se trataba de una joda. La presidenta de mesa le preguntó casi riendo por qué no haría la cola, a lo que la diva respondió: - “porque es muy lento todo. Yo me siento acá – dijo acercando una silla al lugar donde estaba la presidenta - y ustedes me avisan cuando pueda entrar” -. Menos mal que esto no ocurrió en mi mesa porque juro que esa misma tarde salía en los diarios. Lo peor de todo es que este personaje efectivamente no sólo no hizo la cola y le cedieron el turno, sino que además entró, votó y una vez que salió se volvió a sentar.<br />Luego de semejante circo mi humor había mejorado, pero la velocidad en que la cola avanzaba amenazaba con hacerme gruñir de nuevo. Entonces ocurrió. Una mujer de mi mesa, muy considerada ella, se encerró 30 minutos en el cuarto oscuro. Juro que me pregunté qué tan divertido podía llegar a ser el famoso cuarto como para quedarse media hora adentro. Las demás y yo en la cola, ya violetas de la bronca, protestamos por la demora de esta turra. Entonces la presidenta de mesa se levantó y le golpeó la puerta a la señora, y ésta, como si nada, rompió el silencio diciendo del otro lado “¿si?”. Me indigné. Ya me quería ir, ya me importaba un carajo si el cuarto era realmente oscuro o si sólo era una forma de decir. La mujer demoró 10 minutos más y salió con cara de heroína. Le dediqué mi mirada más violenta y dije en voz accidentalmente alta algo que no creo conveniente transcribir acá. Una anciana que estaba adelante mío se volvió para mirarme, y yo estaba segura que se venía un “la boca, nena”, pero lo único que hizo fue aprobar mi insulto asintiendo con la cabeza. <br />Minutos después de que la simpática mujer saliera, entraron las de la mesa a revisar todo y demoraron otros 10 minutos más. <br />Todavía había 3 personas delante mío y yo no había ni almorzado. Mi humor sufrió nuevamente una mutación negativa.<br />Por fin llegó mi turno y pronunciaron bien mi apellido, pero no había tiempo para felicitar a la presidenta de mesa por semejante logro.<br />Triunfante ingresé al cuarto y se me quemaron los papeles en el acto: demasiadas caras y nombres en el gran abanico de bancos frente a mí, diferían a lo que había sido previamente en mi imaginación, lo que me llevó a hacer algo insólito: comencé a buscar la boleta en blanco. Sí, quise votar en blanco con una boleta blanca que no existe. En pleno delirio, creí que se habían acabado y que podría llegar a tratarse de una estrategia para que uno votara sí o sí. Me aturdí por completo, no podía demorarme porque si lo hacía, las leonas de afuera me comían viva. Así fue que agarré la cara del primer funcionario que encontré y metí toda la boleta arrugada dentro del sobre. <br />Salí furiosa por no haber podido votar en blanco y cometí el error de comentar a mi familia y amigos mi travesía de principiante en el cuarto oscuro. <br />Es por eso que exijo se coloquen boletas blancas en los cuartos oscuros para que los principiantes no sufran lo que yo, ya que nunca se sabe qué puede pasar por la mente de una persona que vota por primera vez, en estas circunstancias o en cualquier otra, he dicho.Coti Zarazagahttp://www.blogger.com/profile/12330994082418178206noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5448050455496842007.post-28608077926901119832011-01-25T21:27:00.003-03:002011-01-25T21:31:12.630-03:00Es lo mismoEscena: Papá Gustavo yendo al supermercado. Mamá Popita desde el sillón grita:<br /> <br />Popita: "Gordoo, comprame un power point!!!"<br /> <br />Gustavo (desconcertado): ¿Un qué gordita?<br /> <br />Popita (súper convencida): Un power point!! <br /> <br />Gustavo (frunciendo el seño y perdiendo la paciencia): No, no entiendo gordita...<br /> <br />Popita (indignada): Esoooo que es para los calaaaambrees...<br /> <br />Gustavo: Un Powerade gordita??<br /> <br />Popita: Eso, eso.<br /> <br /> <br /> <br /> <br />Es lo más.Coti Zarazagahttp://www.blogger.com/profile/12330994082418178206noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-5448050455496842007.post-56434218721028740372010-02-20T22:29:00.002-03:002010-02-20T22:34:03.218-03:00Ramona escribe (2da parte)Carajo. Cada vez que decido continuar con esta carta a no sé quién (que de hecho estoy comenzando a creer que algún día alguien se llamará así y mi carta finalmente tendrá destinatario) el pesado de Osvaldo, a quién todavía no se le ha cumplido el deseo, intenta visitarme, aún con el cartel que puse en la puerta que discrimina a la gente negativa (idea de Tita). El primer intento que implementamos para evitar los monólogos de Osvaldo fue el de colocar una nota en el timbre que decía “no funciona”, pero este ser desgastante tomó como medida eficaz llamarme por teléfono antes de visitarme, para que yo esté atenta a su llegada y pueda abrirle la puerta. Al ver que esto no estaba funcionando, comenzamos con Tita el rumor de que yo había quedado sorda, y esto pareció ser lo que me estaba faltando porque Osvaldo se compadeció tanto con mi “condición” que no paró de gritar que ya estamos viejos. He aquí los resultados: estoy sin teléfono, ya nadie me visita porque creen que estoy sorda y mi puerta le anuncia al mundo que no tengo paciencia con la gente. Y todo por Osvaldo. Creo que hubo una sola vez en que vino a mi casa de buen humor. Fue el día en que todos volvimos a la normalidad luego de duras y extensas jornadas de anormalidad a causa de la tormenta más catastrófica que sufrió nuestra ciudad. Sus consecuencias fueron desastrosas, y estuvimos al borde de la depresión colectiva. No habían desaparecido nuestras casas, tampoco nuestros vehículos, sino que, según lo anunciaban en primera plana del diario “Primera Plana”, el cuadro era aún más alarmante: “La ciudad se quedó sin palabras”, decían. <br />No sabíamos dónde estaban. Los poetas, que culpaban neciamente al loro Bartolo que pobrecito era tartamudo, querían abandonar la ciudad. Imaginen lo desolador que hubiera sido este lugar sin ellos. <br />Yo, en un primer momento, reaccioné con incredulidad. Me costaba trabajo creer que no había más palabras mientras que las personas que estaban a mi alrededor seguían usándolas en conjuntos de diez a quince por cada frase de lamento frente a la terrible situación. Así fue que decidí exponer mi postura incrédula para disminuir el pánico de los exagerados; pero en lugar de conseguirlo alguien me aclaró que quedaban unas pocas a causa de los prolongados silencios que se generaban en los fríos inviernos de la ciudad. Y ahí fue cuando exploté en ira, ya que la gente con sus quejas estaba desperdiciando las últimas palabras que nos quedaban. <br />Debo admitir que esta desgracia tuvo su costado bueno: Osvaldo estaba tan horrorizado que quedó anonadado y mudo hasta el día en que todo se solucionó. <br />Recuerdo que nuestra carta al presidente no resolvió el problema; pero por suerte las ciudades vecinas colaboraron bastante, sobretodo la ciudad de Bla Bla que según nos informaron estaba habitada de gente muy callada y que, indudablemente, tenía una buena reserva de palabras para esta clase de emergencias. <br />Otra misteriosa desaparición a causa de la tormenta fue la de los boomerangs. Se comenta que sufrieron una crisis existencial por su destino nómade, sentenciados a pertenecer y no, condenados a ese “ir y venir del carajo” que bien describe Gabo, el jardinero de Tita. Lo que no se sabe aún es si los boomerangs han escogido ir o volver. Porque así como se van, así también están volviendo. Nunca lo supimos. <br />La crisis de las palabras ya llevaba exactamente 78 horas de existencia, cuando Osvaldo entró a mi casa sin golpear, gritando que lo acompañara a la plaza porque había ocurrido el milagro más emocionante de la historia de la ciudad. El primero en enterarse fue el loro Bartolo, y demoró treinta y dos minutos en avisarnos que ya todo había terminado. Impávidos por la misteriosa solución que no terminábamos de conocer, le preguntamos al loro dónde encontrar información oficial del final del desastre, pero Bartolo estaba exhausto después del informe y sólo alcanzó a señalarnos con su pico sudado la casa más antigua de la ciudad. Allí nos dirigimos todos, eufóricos e intrigados, y caímos en la cuenta de que el milagro tenía nombres, y eran Simona y Joaquín, la única pareja compuesta por las dos personas verdaderamente viejitas de la ciudad. Incrédulos, los miramos tratando de hallar alguna pista reflejada en el rostro arrugado de los centenarios cuerpos que teníamos en frente, y con un gesto de extraña lucidez comenzaron a destapar el velo de la intriga colectiva que nos mantenía temblando de desconcierto y emoción en la puerta de su casa. <br />Ella, con sus 154 años, nos reveló que, sin darse cuenta, ahorraron palabras durante ciento dos años de su vida. Nosotros, atónitos, les preguntamos cómo fue posible que hicieran tal cosa sin saber que lo estaban haciendo. Ellos, sabios y viejos ancianos, nos respondieron con el más puro y último suspiro de sus vidas: “Porque nos amamos tanto que las palabras siempre sobraron.” Y yo, con una mano tapando mi boca que intentaba en realidad tapar mi conmoción, miré al hombre que tenía a mi lado y sin pensarlo dos veces le dije: - A ver Osvaldo si aprendes algo de esa revelación ¿no? -.Coti Zarazagahttp://www.blogger.com/profile/12330994082418178206noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-5448050455496842007.post-32712036993174674212010-02-17T14:59:00.002-03:002010-02-17T15:04:09.322-03:00Mi primer cliente molestoEl que haya sido alguna vez en su vida vendedor o lo sea ahora, sabe del INFIERNO que es toparse con el típico cliente molesto. <br />Quisiera poder adjuntar a este escrito una foto de algo muy desagradable, para así ilustrar a los que me lean el panorama del cual voy a hablar en los próximos renglones. Pero bueno, me voy a limitar a las palabras.<br />Sucedió en un prestigioso local de ropa en el cual yo estaba trabajando desde hacía muy poquito tiempo, además estaba a prueba por tres meses, y esa condición me llevaba a pasar momentos muy agradables (léanse las últimas tres palabras con ironía)<br />Ahí estaba yo siguiendo las órdenes que mi jefe me había dado antes de que semejante personaje ingresara al salón. De repente, se me acerca uno de mis compañeros a contarme que la pesadilla estaba a punto de comenzar: había escuchado que Samuel (vamos a preservar la intimidad de mi ex jefe, por las dudas) al recibir al mismísimo demonio (un cliente fijo del lugar donde yo trabajaba) le dijo que YO lo iba a atender. Sí, yo estaba a prueba pero… semejante castigo me parecía exagerado. Mi compañero me dijo mirándome con cara de “pobre vos” que me vistiera con la mejor sonrisa y que me preparara para el ser más prepotente del mundo… <br />Y así fue. El tipo cubierto de pulseras y collares de oro al estilo Eminem divisó mi rostro a lo lejos y se refirió a mí como “chiquita” haciéndome señas de que ya estaba perdiendo su tiempo. Caminando a pasos cortos y rápidos (lo cual detesto hacer) fui y me paré a su lado rogando que el circo terminara lo antes posible. <br />Satán se paró al frente del sector de zapatillas y emprendió el listado de modelos que quería medirse. En total fueron 5 los pares que le llamaron la atención y los quería en el número 9. Me disfracé de correcaminos y bajé las escaleras que me llevaban al depósito a una velocidad que no detectó los escalones, lo cual podría haber sido un peligro… pero seguramente mucho menor del que podría haber resultado mi tardanza en volver.<br />Una vez en el depósito, comencé con tic tacs de fondo mi búsqueda desesperada por los modelos en 9. Estaban todos en 10, en 9 no quedaba ni uno… obvio, la catástrofe tenía que ser completa. Pensé que subir con los pares en 10 sería mucho mejor que subir sin nada, (esto, claro, sin contar el tiempo que estuve pensando cómo explicarle que lo que él deseaba no iba a obtenerlo). Subí y lo vi mirando su reloj, como contando los minutos que yo estaba tardando. Hermosa sensación. Le expliqué, con una sonrisa que ya tapaba por completo el resto de mi rostro, que no quedaban talles 9. – ¡Ah no! ¡No te puedo creer chiquita! ¿Cómo no van a quedar? - . “¡¿No me escuchaste pedazo de tarado?! ¡No hay más en 9! ¡Vas a tener que vestir tu espantoso pié con otro modelo que si esté en 9!”. Qué ganas de decirle eso y mucho más pero aquello no convenía estando a prueba… así fue que en lugar de eso respondí: - Le pido mil disculpas, de todas formas puede medirse el 10, uno nunca sabe… - Y me di cuenta de lo boluda que puedo llegar a ser cuando me pongo nerviosa ¿uno nunca sabe? ¿Quién se lleva un número que le queda grande? En fin, el tipo se midió el 10 que resultó ser un 8… es que claro, mi suerte tenía el día libre. Pronuncié mi trigésimo quinto perdón haciendo sapito por las escaleras. Lo que sucedió es que, un par de días atrás, el depósito del local se había inundado costó mucho tiempo organizarlo nuevamente, y yo me había olvidado de que las cajas de las zapatillas estaban mal acomodadas y que muchas veces no coincidían el número del calzado que figuraba en la caja con el que estaba dentro de ella. Semejante desorden demandaba mucho tiempo y concentración, y ambas cosas escaseaban en mi situación. Una vez que recordé lo de las cajas, comenzaron a aparecer todos los modelos que buscaba en número 9 y yo me convertí en una persona feliz, con miedo todavía… pero feliz al fin. Al regresar ya comencé a notar los escalones y mi sonrisa era real. Quise contagiar mi alegría a Lucifer, pero resultó otra pérdida de tiempo. Se midió todos los pares, se paró y caminó unos 4 minutos mirándose por todos los espejos del salón, se sentó de nuevo y me dijo: - No. Traeme este en 10 que el 9 es chico - . Muchos adjetivos calificativos cruzaron mi mente en ese instante, pero no había tiempo. Volví con el maldito 10, hizo el mismo teatro de los espejos y se discutía a sí mismo cuál de los dos modelos que más le gustaban se llevaría, entonces me preguntó: - ¿Cuál te gusta a vos? - , al ser las dos horribles atiné a contestar que la beige, a lo que contestó: - ¡No! ¡Ya tengo una beige! - . Era tan estúpido que se disputaba entre dos zapatillas de las cuales una ya tenía. – Entonces la blanca – dije con tono de por Dios a ver si te vas de una vez. - Si, si. Me llevo la blanca - dijo. En ese momento sonaban trompetas de triunfo en mi cabeza. Me dijo que las llevaba puestas y que pusiera en la caja las zapatillas con las que había venido. <br />Lo acompañé a la caja para que abonara, y la cajera me dijo: - Coti… le sacaste los sensores de seguridad a las zapatillas del señor ¿no? -… Estaba clarísimo que no había hecho tal cosa y tuve que pensar seriamente la manera de decirle al anticristo que por favor se descalzara en caja, para así poder sacarle los malditos censores a sus zapatillas nuevas, de manera que cuando salga del local no suenen las alarmas y los guardias no se lo lleven (lo cual significaría mi despido inmediato). Para mi absoluta sorpresa, el salame pudo reproducir un sonido bastante similar al de la risa y se tomó mi distracción con mucho humor. Se sacó las zapatillas, quité los censores y ya estaba a un paso de culminar la venta más fastidiosa de mi vida de vendedora, cuando de repente lo escuché decir...<br />- Bueno, muchísimas gracias, te agradezco muchísimo tu amabilidad, sos muy agradable, muy agradable de verdad, muy bien atendido me voy, te regalo mi 2x1 para el cine”… No me resulta muy fácil describir mi cara de desconcierto al descubrir que este personaje contaba con este tipo de frases en su repertorio. ¿Satanás me estaba agradeciendo? ¿Después de lo inútil que me mostré?. Es increíble, nunca me imaginé que se fuera diciéndome gracias, ¡en realidad nunca me imaginé que por fin se fuera! Pero bueno, el ángel de las tinieblas se llevó por suerte las zapatillas más caras. Aunque yo no cobraba comisión por las ventas, esto ayudaba cuando a fin de mes mis jefes revisaban cuánto y qué vendían los empleados.<br />Final feliz en la jornada laboral más eterna de mi vida, no obstante les deseo a todos que pocas veces sean víctimas de semejante animal…quisiera decir nunca, pero esta especie no se extingue.Coti Zarazagahttp://www.blogger.com/profile/12330994082418178206noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-5448050455496842007.post-46282960227727508332010-02-16T14:56:00.002-03:002010-02-16T15:02:50.421-03:00Qué pasó con eso de... servicio al cliente?Mi amiga: hola si qué tal, voy a llevar un alfajor…. *observa detenidamente el sector donde se encuentran los alfajores*<br /><br />Mi quiosquero: Aha… *indignado lo que tiene que esperar la decisión de mi amiga*<br /><br />Mi amiga: no sé bien cuál jaja… *ríe nerviosa*<br /><br />Mi quiosquero *ya sin paciencia*: Mirá, por qué no elegís alguno de los que están ahí así no perdemos tiempo ni vos ni yo<br /><br /><br />Me mudé 14 veces ya, y siempre, pero siempre me tocan quiosqueros mala onda en el barrio.Coti Zarazagahttp://www.blogger.com/profile/12330994082418178206noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-5448050455496842007.post-49758865529258082782010-02-12T19:11:00.002-03:002010-02-12T19:17:52.249-03:00¿Y qué se sueña a la siesta?Coincido con Isabel Allende en que no existe nada más aburrido que escuchar los sueños ajenos. Y es que claro, uno mientras los cuenta tiende a reproducirlos nuevamente en la imaginación (lo cual provoca el doble de euforia) y tiene la certeza absoluta de que le fue conferido el poder de instalar al pobre oyente en ese mundo delirante, aquel en el que se desarrolló el sueño en cuestión. Pues nos enteremos de una vez de que esto no es así. Es terriblemente aburrido escuchar los sueños de los demás.<br />Probablemente lo que sigue a continuación les resulte tortuosamente aburrido, pero para eso existe el libre albedrío. Son libres de continuar leyendo mi mundo favorito (el de los sueños, claro) o de seguir con lo que sea que estaban haciendo. Saben que no me ofendo.<br />En esta categoría voy a relatar aquellos sueños que sean recurrentes o que me hayan dejado obsesionada. Mis sueños no son normales, de esto me di cuenta hace tiempo. Es por ello que cuando me levanto anoto en un papel las palabras clave para después escribir en un cuaderno el sueño completo así no olvido ningún detalle, ya que muchas veces me dan ideas para escribir historias. <br />Bien. Cada vez que decido contar uno de mis sueños cinematográficos intento posicionarme en el lugar del espectador, porque de otra forma todo esto no tiene sentido ni gracia ni nada. La pregunta que siempre me hago es ¿y qué les importa a los demás lo que yo haya soñado? Y la respuesta también es la misma cada vez: un carajo. Sin embargo acá estoy, con una introducción innecesaria que intenta demorar mi salto en paracaídas hacia la paciencia de todos ustedes. Pasemos entonces a mi sueño de la aldea (escenario que se repite una y otra vez en mis sueños). A continuación transcribo textualmente lo que está escrito en mi cuaderno de los sueños.<br /><br />"En la aldea es día de feria. Una gran cantidad de personas adornan el verde paisaje con sus puestitos artesanales, ofreciendo diversas curiosidades a los aldeanos que paseamos con gestos de asombro. <br />El tiempo histórico debe ser aquel en el que todavía no existían las ciudades ni los jeans, ya que todos nos conocemos y además vestimos raro.<br />Yo estoy mirando con alucinación un reloj de pared de tela verde con dibujos de tortugas rojas expuesto en el puesto de una dama negra muy simpática, quien se encuentra felicitando a un señor que se le acaba de acercar para contarle a los gritos que ha heredado una gran suma de dinero. Este señor trae su fortuna en las manos para que la gente le crea. A los pocos minutos, se acercan al puesto dos hombres que me generan desconfianza, y comienza a desesperarme la absoluta seguridad de que van a robarle el dinero al hombrecito. Así es que resuelvo arrebatarle a éste el manojo de billetes con la intención de salvarlo de un asalto inminente, y una vez que lo hago salgo corriendo heroica. Mi comportamiento despierta más preguntas que aplausos, y yo no hago más que aclarar que no me estaba robando nada, sino que estaba evitando que el señor sea asaltado. Pero nadie parece creerme, por lo que deciden someterme a juicio allí mismo. Retiran los puestos de la feria y me ubican en el centro del campo frente a unas treinta personas sentadas en sus sillas para juzgarme; entre ellas puedo divisar el rostro serio y frío de un hombre que conozco y lo odio por estar ahí.<br />Finalmente me sentencian a no sé muy bien qué, pero al parecer se trata de algo muy injusto ya que yo me rehúso a cumplir mi condena alegando con todas mis fuerzas que yo sólo intenté proteger al maldito señor. Al pronunciar esas palabras, todos comienzan a mirarme sorprendidos por haber puesto en duda la sentencia del jurado e inmediatamente después abandonan sus asientos y empiezan a correr asustados hacia sus respectivas casas. Puedo verme a mí misma observando el accionar de los aldeanos sin comprender su alteración, y al mismo tiempo comienzan a sonar campanadas fúnebres. Luego de unos segundos de plena confusión, logro recordar todo. En la aldea, las campanadas significan el tiempo de vida que le queda a un acusado luego de discutir con un jurado. La edad de esta persona determina la cantidad de campanadas que sonarán en total, y el acusado debe estar fuera de la aldea para siempre antes del último campanazo, ya que de lo contrario sucede algo muy malo (no pude alcanzar a saber qué).<br />Al recordar ésta política, comienzo a correr desaforada y totalmente ajena a la cantidad de campanazos que me quedan. Mis piernas quedan paralizadas (sí, yo también esperaba algo más original de mi inconciente) y entonces me dejo caer rendida a una muerte segura. Al sentir que voy a morir, comienzo a mirar para los costados y escucho “la voz de la naturaleza” (sí, sí) diciéndome que me levante así me puede ayudar. Así lo hice y se desató un viento furioso, seguido por un mar violento que se formó exclusivamente para que yo nade rápido hasta el próximo pueblo. Estoy nadando, por fortuna nado muy bien, aunque me sigue faltando mucho para salir de la aldea. De repente pasa por mi lado el mismo hombre que descubrí en el juicio, quien tiene el poder de caminar sobre el agua. Histérica y asombrada le pido por favor que me ayude, pero él sólo alcanza a mirarme de reojo para decirme de mala gana: despertate. <br />Obediente como soy, me desperté. Permanecí nerviosa durante un par de minutos, y lo único que me llamaba fuertemente la atención era la participación de este hombrecito en mi sueño, la cual puedo resumir diciendo que sólo apareció para juzgarme al principio y para abandonarme al final. Y es que a veces mi inconciente confunde los sueños con la realidad."<br /><br />¡Perdón si quedó largo! ¿El título? Ni idea, empecé así el escrito y ahí quedó. Mis disculpas por haber pecado de Infobae.Coti Zarazagahttp://www.blogger.com/profile/12330994082418178206noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5448050455496842007.post-51659039878934899032010-02-12T18:15:00.000-03:002010-02-12T18:15:42.727-03:00Mi lugar en el mundo... vamos?<a href="http://www.visitmusiccity.com/music/">Nashville Music Events, News and History</a>Coti Zarazagahttp://www.blogger.com/profile/12330994082418178206noreply@blogger.com3