lunes, 3 de agosto de 2009

Nota Mental Nº 1

Tomar alcohol y escribir son actividades que, de hacerlas juntas, pueden llegar a abrir puertas que por alguna sabia razón se mantenían cerradas.

6 comentarios:

Ignacio Camara dijo...

definitivamente cierto, y esas puertas se pueden llegar a abrir muy rápido si tenemos un celular en la mano

Hora Ferreyra dijo...

Ja, nunca lo hubiera agarrado para ese lado Igna, pero es verdad. En realidad, estoy tratando de pensar alguna metáfora acerca de la correlación entre las consecuencias de la mezcla entre alcohol y escritura y la velocidad y alcance del medio...

Antes de que existieran los mensajes de texto, yo volvía a casa borracho y mandaba mails indebidos.

Si lo del alcohol y escribir lo decís por tu texto anterior Coti, a mí me pareció muy lindo. Tal vez tu destino sea ser una ebria escritora. Y cuando el alcohol ya no te deje escribir, serás solo una ebria. Y cuando el hígado no te deje tomar, serás sólo una escritora. Y así es como funciona la vida, una escribe un párrafo sobre cualquier cosa y algunas letras después es una escritora alcohólica y depende de la debilidad de su hígado para salvarse de lo segundo y ver si lo primero puede florecer solo...

Coti Zarazaga dijo...

Uf, Igna, si tuviera que enumerar la cantidad de veces que envié sms estando alcoholizada me perderías el respeto aún sin conocerme. Ojo, que esto no quiere decir que me alcoholizo siempre... Hora, también apliqué lo de los mails. Antes, cuando era más chica y no se usaba esto de los sms y los mails, no me quedaba otra que llamar al fijo de la persona en cuestión y rogar que ésta atendiera en lugar de una madre furiosa por la hora. Muy pocas veces atendía mi muchacho, y cuando el milagro ocurría, yo cortaba porque todo lo que quería era escuchar su voz.
Y bueno, si mi destino es ese, pues bienvenido sea! Aunque siempre, eligiendo el medio que fuera, me haya ido para el carajo.

Mentira. Exageré.

Igna, tu blog es lo más. Siempre admiré tus fotos.

Abrazo a ambos dos! :o)

Anónimo dijo...

las puertas que abre el alcohol suelen dejarme solo en bolas y a los gritos en una lluvia de ojos que ni si quiera parpadean...
Ahora, las puertas que abre María Juana... ahhh esas si que valen la pena abrir! escenarios fanásticos, bellísimos y al mismo tiempo absurdos, donde las verdades vienen a tu encuentro casi sin querer...

L

Lucas P. Michref dijo...

el anónimo era yo antes de crear cuenta jeje.
espero provocarme la escritura nuevamente con este blog.
Y comenzaré a comentar y no solo leerte ;)

Coti Zarazaga dijo...

Luuuuuquitas!! Amigo, qué alegría leerte! Qué alegría que hayas decidido crearte un espacio en donde pueda leerte más a menudo!! Todavía me acuerdo de esa nota que tanto me impactó.
Cuando leí el comentario anónimo me reí mucho, pero tengo algo en contra de los comentarios anónimos, aunque tu caso fue distinto, había una L! Me alegra saber que eras vos!
Abrazo grande amigo, que estés genial!!